Roberto
Baschetti

Saavedra, Clemente

Actualmente vive en Francia (año 2020) pero fue miembro activo de la Resistencia Peronista en La Plata, la ciudad capital de la Provincia de Buenos Aires. Perteneció al gremio de la Construcción. En el libro “Peronismo Rebelde y Plan Conintes” de Jorge Alessandro, cuenta: “Todo nació en los barrios, después del ’55. Yo y otros compañeros vivíamos en Tolosa, en los alrededores del ferrocarril Roca y siempre –debido a a las injusticias que padecíamos- nos dedicamos a joder a los gorilas”. Pese a quedar desencantados con el Pacto Perón-Frondizi para las elecciones de 1958, siguieron creyendo en el líder justicialista y redoblaron su actividad resistente. “Yo con un grupo de ‘duros’ fijamos como objetivo la sede del Comando de la Segunda División de Ejército. La operación se realizó, la dispersión fue perfecta, pero la repercusión política fue poca y los daños ocasionados por ‘el caño’ fueron escasos. En definitiva, la J.P. de La Plata resistió bien el cimbronazo de la ruptura con Frondizi, además estábamos convencidos que Vítolo, el ministro de Interior de Frondizi estaba trabajando en la redacción de un decreto de represión de corte netamente reaccionario y que no solo se aplicaría el Estado de Sitio sino también en ciertos casos la Ley Marcial. Ese fue el momento de todos los peligros ya que se trataba de un enemigo que no conocíamos y tomamos la decisión de enfrentarlo en todos los terrenos, tanto político como militar. En esos momentos estábamos bien pertrechados ya que teníamos en nuestro poder 22 kilos de trotyl provenientes de la Fábrica de Explosivos de Azul de la Marina; el transporte lo usamos utilizando los ferrocarriles del Estado y la complicidad de los compañeros ferroviarios (…) luego de un trabajo social con motivo de graves inundaciones y donde trabajamos duro –como J.P.- ocurrió que después nos dejaron fuera del reconocimiento oficial, por lo que decidimos hacer un volante para anunciar la destrucción de los ferrocarriles que se estaba llevando adelante, el desastre del proyecto industrial, al siniestro ministro Rogelio Frigerio, el Estado de Sitio, la Ley Conintes, las persecuciones políticas y la gran cantidad de presos políticos. También denunciamos la política para América y para nosotros del presidente Kennedy, la Alianza para el Progreso y la política reaccionaria de ellos hacia la Cuba revolucionaria. El día de la velada encontramos una falla en una puerta lateral del teatro lo que permitió a algunos compañeros a introducir los volantes y nosotros mismos los hicimos caer sobre los asistentes y sobre el personaje designado por el poder provincial”. Entre otras acciones de acción directa recuerda “una contra un ex interventor de la CGT platense, un capitán de navío que vivía en la calle 2 entre 45 y 46 (casi 46) justo al lado de la casa del vicegobernador de la provincia Anselmo Marini. Luego del bombazo el capitán de navío le decía a Marini ‘era para vos’. Yo lo llamé por teléfono al marino y le dije ‘no viejo era para vos’. La serie continuó con un transformador ubicado en la calle 9 entre 56 y 57 donde yo sabía que cortaría la corriente eléctrica de la comisaría primera ubicada en la calle 53 entre 9 y 10 y así fue; los canas estuvieron 6 días alumbrados por velas. Tampoco faltó por ahí algún caño contra el Instituto Británico Platense donde funcionaba el consulado inglés… y también le llegó la hora al USIS, un organismo de espionaje de la embajada de Estados Unidos. El hecho que fuese un organismo estadounidense con esas funciones nos resultaba insoportable y por eso doblamos la carga”. Tras las detenciones por el Plan Conintes (en vigencia desde el 13 de marzo de 1960) empezó la desbandada de aquella primera J.P. platense y Saavedra se llamó a retiro por un tiempo.