Graciela Beatriz Sagües de Perdighe. “Chela”. Nacida en Necochea, provincia de Buenos Aires, el 1º de marzo de 1950. Era la primera de cuatro hermanos y venía de una familia antiperonista. Alegre, inquieta, vivaz con un carácter hermoso, siempre de buen humor. Sus estudios primarios fueron en la Escuela Nº 2 “Domingo Faustino Sarmiento” y después siguió en el Colegio Nacional, sin descuidar sus estudios de baile, ya que era una de las integrantes del ballet juvenil del Centro Vasco Eutxo Etxea de Necochea. Quienes compartieron su adolescencia recuerdan su batalla desde siempre con la dieta ya que siempre se veía gorda y quería adelgazar. Ella siempre comía arroz, pero “chimangueaba” del plato de al lado ya que aseguraba que “del plato del vecino no engorda”. Recibida de Asistente Social en La Plata (un mes y medio antes de su desaparición), el título fue entregado a su hija –como acto de reivindicativo- en diciembre de 2006. Graciela, militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), fue secuestrada-desaparecida el 22 de enero de 1977 en la vía pública platense y vista con vida antes de su asesinato en el CCD “Pozo de Arana” y en la Brigada de Investigaciones de La Plata. Su esposo, Victorio Graciano Perdighe (ver su registro), de la que estaba profundamente enamorada, también fue secuestrado-desaparecido. Cuentan sobrevivientes que en cautiverio cuando la señalaban para la tortura, la llamaban como Sagües y que ella agregaba “de Perdighe”. Sus restos fueron encontrados en febrero de 2010 en el cementerio de Avellaneda. Su hija esparció sus cenizas en el Paseo de la Memoria de Necochea.