Roberto
Baschetti

Salame, Ricardo

Tucumán, 12 de enero de 2021. “El reconocido dirigente del peronismo provincial era el representante de ‘Causa Nacional’ que conduce Fernando Vaca Narvaja. El dolor despertó sensibles palabras en su despedida de parte de militantes locales. Durante la mañana de ayer un texto en las redes sociales anunciaba la muerte del dirigente peronista, el Ingeniero Ricardo Salame, quien falleció después de contraer Coronavirus y padecer durante tres semanas. La noticia conmocionó a la militancia peronista que volcó también en las redes sociales palabras sencillas para una despedida. A propósito, el último adiós lo realizaron militantes colocados en la siesta en las puertas de un sanatorio céntrico donde recibió atención. El ingeniero fallecido era hermano del dirigente de la JP Regional V y Secretario Político de Montoneros, Ismael Salame quien cayera abatido en un enfrentamiento con fuerzas de seguridad, que quedó registrado como el ‘Combate de la calle Corro’, en 1976”. Entre las palabras más sentidas en su despedida se destacan las escritas por Cristina Barrionuevo y Pedro Mercado cuyo texto dice lo siguiente: “Al Compañero, Amigo querido Ricardo Salame. Hoy es un día de dolor para la militancia. Hoy nos dejó Ricardo Salame, ese Compañero, Político, Ingeniero, ocupado y preocupado por la construcción política presente y futura de su pueblo. Referente de ‘Causa Nacional’, integrante de la Junta Departamental Capital en el Partido Justicialista. Militante siempre. Amado y cariñoso padre, compañero. Ese Ricardo que, siendo niño, compartía debates, reuniones, entradas y salidas permanentes de militantes en su casa paterna. Esa casa que albergaba los sueños y verdades de tantas y de tantos. La casa de Ismael Salame, esa figura orgullosamente tucumana, que tan fielmente representara las luchas y el prestigio de esa juventud setentista. Ismael ese hermano mayor, que, aunque lejos estaba siempre al tanto de las notas y avances obtenidos en la escuela por parte de Ricardo y su pequeña hermana y al final, evadiendo consignas policiales lograba enviarle de regalo el equipo de sus sueños. Ese mundo de discursos, debates, esos ingresos, acalorados a veces, del Vicegobernador Dardo Molina a esa casa, para discutir el traslado de ese jefe de policía que estorbaba. Ese calor de militancia palpable en el ambiente, pero también de inolvidables jugadas de ajedrez fue el mundo y la niñez de Ricardito. Luego vino el terror, y el dolor sin remedio de pérdidas y llantos dolidamente contenidos. Y Ricardo siguió caminando erguido por la vida, estudioso y ocupado en esa misma militancia que albergara en su pecho desde niño, con la seriedad que impone el compromiso. Y la última misión que compartimos fue esa jornada de lluvia torrencial en que militantemente, la camioneta en que Ricardo estaba, abrió el camino a la caravana a bocinazos este último 17 de Noviembre, en el Día de la Militancia. Hoy Ricardo te decimos, Compañero querido, llevá contigo el amor de esta militancia que reconoce ese valor en la historia de tu vida, te abrazamos en amor con el respeto de tantas y de tantos. Brillarás siempre en lo alto”.