Nació en 1945. El 12 de julio de 1976 ocurre un enfrentamiento armado nocturno en la zona de Palermo que convulsiona a todo el barrio. Un grupo operativo de la Armada intenta atrapar en el palier del piso décimo de un edificio de departamentos sito en la calle Oro a metros de avenida Santa Fe, a una pareja de montoneros que se resisten y se atrincheran armados, para no entregarse con vida. Son Edgardo Salcedo y su esposa Esperanza María Cacabelos (ver su registro) que viven con su hijo Gerardito de dos años aproximadamente. (Se habían casado en 1973). Hay un tiroteo infernal que dura 6 horas. Gerardo/Gerardito nacido en 1974 y que lleva ese nombre en honor al “Negrito” Gerardo Burgos (ver su registro), es protegido por sus progenitores en el baño, en la bañadera, tapado con un colchón: resulta ileso. Finalmente, el combate termina con la muerte de ambos guerrilleros que se llevan con ellos a la otra vida, a un oficial de la Policía Federal y al Capitán de Corbeta Olegario Salvio Menéndez, jefe del operativo represivo, quien mal herido en los testículos no soporta siete operaciones de cabeza de femur en poco tiempo y afectado en su salud por la seguidilla de intervenciones quirúrgicas muere. Menéndez había sido subdirector de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) lo que habla de su importancia en el escalafón militar naval. Salcedo, por su parte, creció en el seno de una familia de clase obrera en Boulogne, provincia de Buenos Aires junto a sus nueve hermanos y era un ex Tacuara que había participado con 21 años, en el “Operativo Cóndor” de recuperación de nuestras Islas Malvinas el 28 de septiembre de 1966 –fue caracterizado como sacerdote para no despertar sospechas-, lo que le valió un año de cárcel en Tierra del Fuego durante la dictadura de Onganía. Estudiante de Derecho, frecuentó la amistad de otro que luego sería Montonero, Carlos Dasso y con él se abocó a la lectura de intelectuales de la talla de Puiggrós, Hernández Arregui y Cooke. Y también con él, formaron parte de la agrupación armada “Los Cabecitas Negras” de efímera existencia al ser descubiertos cuando intentaban abrir un foco de guerrilla rural en el Abra de Santa Laura (Salta) y fueron descubiertos y detenidos. Luego se sumaron a Montoneros. Junto a otros miembros de su familia, Edgardo de Jesús. coordinó tres Unidades Básicas en la zona noroeste del GBA, en Los Polvorines. Salcedo además militaba en la Juventud Trabajadora Peronista (JTP) y era delegado del gremio telefónico en Capital Federal. Más datos para esta historia militante: el 28 de septiembre de 2011, al cumplirse 45 años del “Operativo Cóndor”, la seccional Capital de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) entregó a Gerardo Salcedo, hijo de Edgardo y Esperanza, para homenajear a su padre, la siguiente placa: “Compañero Salcedo, Edgardo. Joven trabajador peronista que mostrando heroísmo y profundo amor a la patria protagonizó una de las gestas históricas más importantes en la reivindicación de la soberanía argentina en nuestras Islas Malvinas: el Operativo Cóndor. Nuestro eterno reconocimiento como trabajadores metalúrgicos”. La sobrina nieta de Edgardo de Jesús Salcedo, anarquista, cuyo nombre completo es Anahí Esperanza (Esperanza por la mamá de Gerardo) Salcedo, fue quien quedó gravemente herida al intentar colocar un artefacto explosivo que explotó con ella, en noviembre de 2018, en el mausoleo del cementerio de La Recoleta que guarda los restos de Ramón Lorenzo Falcón, sanguinario jefe de Policía –con más de una docena de obreros muertos en su haber-, ultimado de un bombazo por el anarquista Simón Radowitszky el 14 de noviembre de 1909.