Caído Perón en 1955 por la reacción oligárquica, millares de compatriotas se sumaron a la Resistencia Peronista. Antonia Salomón junto a su hermana Yorga, sumadas a la causa, editaban un pequeño diarito de cuatro páginas, tamaño tabloide, que llevaba por nombre “Abanderada” en clara alusión a Eva Perón. Estas dos hermanas eran militantes peronistas en el barrio porteño de Pompeya de Capital Federal en límite con la provincia de Buenos Aires. Llegaron a publicar 6 números de su medio gráfico a comienzo de 1958 casi con el fin de la “Revolución Fusiladora” que se iba vapuleada por la lucha popular, pero seguía tan sanguinaria y represiva como el primer día. Desde el diarito, se llamaba a votar en blanco para las próximas elecciones como manera directa de demostrar una intransigencia total con los que usurpaban el gobierno y el poder. Los dos primeros números son secuestrados y quemados por la Policía Federal en el Parque de los Patricios y queda terminantemente prohibida su venta callejera. Como bien explica el colega Facundo Carman –en su investigación se basa este relato- “Las dos hermanas se turnan para figurar como responsables del periódico, porque ‘los gorilas amenazan con llevar preso al director responsable, entonces así, cuando caiga una, la otra queda al pie del cañón’ para seguir publicando y agradecen a los canillitas que se arriesgan a vocear ‘Abanderada’ en las calles a pesar de la persecución de que son objeto”. Finalmente, el medio dejará de salir por los acosos evidenciados y el ahogo económico de que fue objeto. Pero las hermanas, qué duda cabe, siguieron firmes en la lucha, para hacer realidad ese sueño de millares de nuestros compatriotas: ¡Perón Vuelve!