Natural de Bragado, provincia de Buenos Aires, donde abrió por primera vez sus ojos un día de 1939. Terminado el secundario se vino a Buenos Aires para estudiar Derecho en la Universidad de Buenos Aires, pero allí lo conoció a Envar “Cacho” El Kadri y ¡chau! carrera, ¡hola! militancia. Fue miembro permanente de la Segunda Mesa Ejecutiva de la Juventud Peronista y luego fundador y dirigente del Movimiento de la Juventud Peronista (MJP) en los ’60. Para agosto de 1963 es uno de los complotados de JP, que secuestran el sable de San Martín del Museo Histórico Nacional y lo resguardan con la idea de devolverlo –como dicen anónima y públicamente- cuando haya militares patriotas. Dejaron una pintada: “Perón vuelve, San Martín también”. El 12 de agosto de 1971, él y su esposa, Susana Caride, hermana de Carlitos, son detenidos sin proceso alguno, bajo la figura del Estado de Sitio. Obtienen la opción para salir del país y por recomendación del “Yorma” Alberte consiguen trabajo en la reforma agraria del Chile de Salvador Alende. Con el triunfo electoral de Cámpora en 1973 vuelven a la Argentina. Luis sigue militando en el Peronismo Revolucionario, pero sin un encuadre definido o determinante como su cuñado que ingresa a Montoneros. Igual, Sansoulet fue secuestrado en pleno centro y a pleno día, en “zona liberada” a la salida de su trabajo, ante la mirada impotente de su mujer que no pudo hacer nada, en abril de 1976. Bueno, nada no, porque al ver como tres tipos se bajaban de un Ford Falcon y lo metieron en ese coche, ella empezó a gritar y se tiró encima de uno de los secuestradores, pero el coche arrancó con todos ellos adentro y nunca más vio con vida a su marido. Cuentan sobre Sansoulet, que cierta vez, cuando era pibe y estaba en el colegio, en un aniversario, un 27 de agosto de 1950, escribió una composición sobre San Martín y la cerró con el dibujo de un sable y la frase “Libres o Muertos, jamás esclavos”.