Nació un 17 de julio de 1949. De pibe jugaba al fútbol representando a su barrio en los potreros del sur del GBA. Terminada la secundaria comenzó a estudiar Abogacía (llegó a tercer año) y también el idioma alemán en el Instituto Göethe, ya que su padre era un colono de esa nacionalidad que trabajaba la tierra en la provincia de Entre Ríos. Seib comenzó a trabajar en el diario oligarca “La Nación” donde fue elegido delegado gremial por sus compañeros. Ahondó el compromiso con la causa nacional y popular y se sumó a Montoneros. Fue secuestrado-desaparecido el 30 de julio de 1976 en un bar de Capital Federal y visto con vida antes de su asesinato en la ESMA. La madre de Víctor Eduardo, como era de esperar hizo lo posible y lo imposible también, para recuperar con vida a su hijo. Fue a la redacción del diario “La Nación” para pedir ayuda. Ante su reclamo, le dijeron que escribiera en dos carillas todo lo que sabía. Ella lo hizo, con la letra más pequeña que pudo, para incluir la mayor cantidad de información posible. El diario nunca publicó su carta. Por otro lado, “A ella le costaba entender la actitud de Víctor Eduardo, porque él era un joven que estudiaba, trabajaba, no le faltaba nada, tenía auto nuevo, un proyecto de casamiento. Pero mi primo trabajaba por los demás. Tanto es así que decidió romper el compromiso con su novia para protegerla. Vendió el departamento y su parte la repartió entre la gente más necesitada. Muchas veces hasta su sueldo lo compartía con quienes no tenían nada” afirma Jorge Navarro.