Nació en 1915. Descendiente de irlandeses y españoles. Oficial del Ejército, del arma de Caballería, dado de baja en 1955 luego de la caída del gobierno peronista. Lejos de lamentarse, el Mayor Smith se incorpora al Comando de Organización Revolucionario (COR) y es el encargado de estructurar la Resistencia Peronista en las provincias de Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy. En el marco de la lucha por el retorno de Perón y la liberación de nuestra patria, es uno de los compañeros que actúa con éxito en la toma armada de la ciudad de Tartagal, provincia de Salta, en 1960. Pero como en el resto del país la asonada fracasa (con excepción de Rosario en donde se toma un regimiento) debe huir perseguido por el Ejército, la Policía Federal y Gendarmería. Cruza entonces la frontera e inicia una larga caminata por la selva boliviana, con el peligro siempre latente de ser apresado o directamente asesinado. Se entrevista con el líder exiliado en Madrid, en enero de 1961, cuando viaja por Iberia con un pasaporte “trucho” a nombre de Enrique Álvarez. Su pedido de captura por parte de la Policía Federal, recién es dejado de lado en 1972. Pasado los años, aseveró que Dios le dio salud para ver nuevamente al General Juan Domingo Perón como presidente constitucional en 1973, un deseo, convengamos, por el cual miles de compañeros dieron la vida. Fue reincorporado a la institución militar y llegó al grado de Coronel. En el último segmento de su vida, Smith se identificó con la ortodoxia peronista. Falleció el 17 de julio de 2009.