“Pino” para todo el mundo. Nacido en Olivos, provincia de Buenos Aires, el 16 de febrero de 1936. Militante peronista en las décadas del ’60 y ’70. Siempre fue un admirador de las ideas que en sus libros y en la práctica desarrollaban pensadores como Raúl Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche y Juan José Hernández Arregui. Solanas, fue director junto a Octavio Getino de la mejor película en su género, que impactó en su juventud a quien esta reseña prepara: me refiero a la clandestina “La Hora de los Hornos” (1968) un largo metraje de tres partes (cuatro horas veinte de duración en total) presentado como instrumento de acción revolucionaria, que vieron millones de compatriotas en clubes, sindicatos y facultades –a escondidas, en forma subrepticia- y que permitía visualizar una Argentina regalada al imperialismo por los cipayos de turno, pero jamás vencida, debido a la lucha histórica de su pueblo. Obtuvo varios premios internacionales. La primera parte se llama “Neocolonialismo y Violencia” y fue la de mayor difusión pública. Estaba dedicada “Al Che Guevara y a todos los patriotas que cayeron en la lucha por la liberación iberoamericana”. La segunda parte de “La Hora de los Hornos” lleva por título “Acto para la Liberación” y está dedicada “al proletariado peronista, forjador de la conciencia nacional de los argentinos”: son 120 minutos de proyección divididos a su vez en dos segmentos: “Crónica del Peronismo 1945-1955” y “Crónica de la Resistencia 1955-1966”. La tercera y última parte se denomina “Violencia y Liberación” y está dedicada al “Hombre Nuevo” producto de la guerra de liberación que las masas llevan adelante. Solanas, junto a Getino y Vallejo entre otros, fue integrante del “Grupo Cine Liberación” (1969) un nucleamiento de militantes peronistas que hacían fundamentalmente cine comprometido. De esa experiencia quedaron en 1971, dos films importantes en el devenir político argentino: “Actualización Política y Doctrinaria para la toma del poder” (largometraje a Perón efectuado en el exilio madrileño) y “La Revolución Justicialista”. Luego, en la producción cinematográfica de Solanas siguieron “Los Hijos de Fierro”, (1975), una verdadera epopeya épica peronista de la Resistencia. “El Exilio de Gardel”, “Sur”, “El Viaje”, “La Nube”, “La mirada de los otros” y “Memorias del saqueo”. Dirá Luciano Monteagudo en “Página 12” del 8-11-2020: “La obra de Solanas recobró nuevo impulso a partir de ‘Memoria del saqueo’, Oso de Oro a la trayectoria en la Berlinale 2004, un documental que fue también la piedra basal de un enorme fresco que fue componiendo durante más de tres lustros. Los títulos de ese gran paneo por la realidad social, política y económica del país son elocuentes de cada uno de los temas que fue abordando. ‘La dignidad de los nadies’ (2005), ‘Argentina latente’ (2007), ‘La próxima estación’ (2008), ‘Tierra sublevada: Oro impuro’ (2009), ‘Tierra sublevada: Oro negro’ (2010), ‘La guerra del fracking’ (2013), ‘El legado estratégico de Juan Perón’ (2016) y ‘Viaje a los pueblos fumigados’ (2018) dieron cuenta de la resistencia del pueblo trabajador, del potencial científico y creativo del país, del abandono del ferrocarril como instrumento de comunicación y progreso, de la codicia extractivista, de las enseñanzas del líder y de la brutal contaminación de la tierra por los agrotóxicos”. Cabe acotar que con las amenazas de la Triple A, y luego con el golpe militar del ’76, “Pino” Solanas se vio obligado a exiliarse para preservar su vida, primero en Madrid y luego en París. Con la vuelta de la democracia volvió a la patria y fue uno de los creadores y fundadores del “Frente Grande”; una coalición nacional, popular y progresista que se enfrentó como pudo y con mucha dignidad al “travestismo justicialista” de Menem, hasta que fue copada desde adentro por sectores de la socialdemocracia vernácula. En ese espacio político llegó a ser diputado nacional. El 22 de mayo de 1991, “Pino” sufrió un atentado –fue baleado- que dañó temporariamente sus piernas, por oponerse a la entrega menemista: un día antes ante la justicia había calificado al gobierno de Menem y su afán privatista como “una pandilla de estafadores, corruptos y traidores”. El 28 de junio de 1992, a través del Frente del Sur (“Otro país es posible”), en las elecciones se presentó como candidato a senador nacional por Capital Federal. En 2013 obtuvo una banca como senador aliado con Elisa Carrió, ambos férreos opositores al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, pero finalmente su espacio político “Proyecto Sur” fue parte de la unión del peronismo en 2019, que le permitió a este ganar la elección y desplazar del gobierno y del poder al conservador de derecha Mauricio Macri. El viernes 6 de noviembre de 2020, Solanas murió (luego de estar internado varias semanas) por coronavirus en París, a la edad de 84 años, en tanto cumplía funciones como embajador argentino ante la UNESCO en representación del gobierno del Doctor Alberto Fernández. “Será recordado siempre por su arte, por su compromiso político y por su ética puesta siempre al servicio de un país mejor”, tuitió la Cancillería Argentina.