Porteña, nacida el 14 de septiembre de 1950. Delegada gremial del diario “La Nación”. Con un paso por la Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) hasta que en 1973 se incorpora a la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). “Pichu” Solís era militante Montonera en el Departamento Sindical con el grado de oficial. Cuando las fuerzas represivas van en su búsqueda, el 10 de agosto de 1978, opta por auto eliminarse para no caer con vida. Su esposo, Francisco Eduardo Marín (ver su registro), trabajador y delegado sindical en el mismo diario, también está “desaparecido”. Dejaron dos hijos: Eva Victoria y Pedro Manuel. Cabe acotar que el padre de María Cristina Gabriela Solís, de nombre Pedro Solís, también fue secuestrado-desaparecido a la edad de 76 años, un 28 de agosto de 1976 siendo visto con vida en la ESMA antes de su asesinato.