Roberto
Baschetti

Spina, Héctor Julio

“El Petiso”. Porteño nacido en 1940. Cofundador de la Juventud Peronista (JP) en 1957. Integrante de la Primera Mesa Ejecutiva de la J.P. dos años más tarde. Hombre valiente y arrojado que puso en juego su propia vida más de una vez. Participó de la batalla campal –contra el ejército y la policía- que se originó en enero de 1959 en el barrio de Mataderos cuando se privatizó el frigorífico “Lisandro de la Torre”, bajo la maquiavélica gestión de Arturo Frondizi. Spina cuenta al respecto: “Conseguimos hachas para tirar los postes de luz y se levantaron los adoquines para que se atascaran los móviles policiales (…) Algunos estábamos con gomeras, otros tenían armas. La caballería no podía entrar porque le llovía de todo: bulones, piedras. Y no se veía nada porque íbamos rompiendo todas las luces de la calle”. Fue el segundo jefe (el primero era Gustavo Rearte), del operativo de recuperación de armamento a un retén militar en Ezeiza en marzo de 1961: la primera acción armada de ese tipo de la Juventud Peronista en toda su existencia. Fue preso Conintes entre 1961 y 1963. Liberado por una amnistía presidencial formó parte rápidamente del Triunvirato Reorganizador de la Juventud Peronista. Fue integrante del Comando de Juventud Peronista que recuperó el sable corvo de San Martín, hasta entonces depositado en el Museo Histórico Nacional, para la causa popular; es que, los militares en actividad eran serviles de las empresas extranjeras que los ponían con cargos suculentamente remunerados en los directorios, para solucionar cualquier problema que surgiera con el Estado. Fracasada la unidad juvenil partidaria en 1964, Spina organizó el Comando Revolucionario de la Juventud Peronista y se relacionó con el sindicalista del gremio del Vestido, José Alonso, -en su lucha dentro del peronismo- con el metalúrgico Augusto Timoteo “Lobo” Vandor. Y para 1967 colaboró con la gestión delegada del mayor Alberte en la reorganización del Peronismo. Una vez más cayó preso el 24 de mayo de 1968 y recobró la libertad en 1972. En los ’70 actuó en el Partido Justicialista y en la municipalidad porteña con un perfil llamativamente bajo, si se recuerdan sus antecedentes combativos. Equidistante de otras posturas juveniles más radicalizadas en su accionar, formó parte de la Asamblea de Unidades Básicas, Agrupaciones y Militantes de la Juventud Peronista, considerando a Perón su único jefe. Fue amenazado de muerte por la Triple A (Tapa de la revista “El Caudillo” N° 21 del 5 de abril de 1974). Bajo la dictadura militar del ’76, vivió ese primer año clandestino y luego se exilió en Brasil (Río de Janeiro). En las elecciones del 14 de octubre de 2001 fue candidato a diputado por un partido de derecha, el Partido Nacionalista Constitucional del Dr. Alberto Assef, actualmente parte de Juntos para el Cambio. (Todos nos equivocamos alguna vez…) “El Petiso” Spina, brindó largo testimonio sobre su accionar militante en el peronismo en el documental “Los Malditos caminos” en el año 2002. Cuenta Alberto Moya que: “En 2008, Spina estuvo entre los presos Conintes propuestos para ser reconocidos por ley de la Legislatura de la Ciudad Autónoma, que el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, vetó en un acto de coherencia con sus intereses patronales. Recién al año siguiente, durante la gobernación de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires, se sancionó la ley por la que se entregaron pensiones a 75 sobrevivientes”. El viernes 18 de febrero de 2022 en un acto público en homenaje a otro “bronce” de la larga Resistencia Peronista (Jorge Di Pascuale) se dio a conocer la infausta noticia del fallecimiento de Héctor Spina a la edad de 83 años.