Nació el 4 de septiembre de 1939 en Quemú-Quemú, provincia de La Pampa. A los 11 años se trasladó con su familia a San Luis. Peronista desde pibe. Inició su militancia en el bachillerato: entre 1952 y 1955 fue delegado de curso en la primitiva Unión de Estudiantes Secundarios (UES), durante el segundo gobierno del General Perón. Militó en el peronismo revolucionario puntano, allí lo conocían con el enigmático sobrenombre de “Ru-Ru”. En 1966 se casó con Perla Amieva con quien tuvo 5 hijos. Docente en el colegio “Don Bosco”. Conmovido por la insurrección popular cordobesa de 1969 y el surgimiento ulterior de las organizaciones revolucionarias peronistas y comprendiendo que, por entonces, la única alternativa para derrocar a la dictadura militar de entonces era combinar los métodos político-militares, se incorporó a Montoneros en 1970. Abogado, fue defensor de presos políticos durante la dictadura de Lanusse. Tuvo activa participación en la campaña del “Luche y Vuelve” del ’72 y en el triunfo electoral de Cámpora del 11 de marzo de 1973. Fue ministro de Gobierno en la Provincia de San Luis a partir del 25 de mayo de ese mismo año. Por ser leal a las banderas nacionales y populares del peronismo es desplazado de su cargo y encarcelado. Puede optar por salir del país y busca refugio en México donde prosigue su militancia en el Movimiento Peronista Montonero (MPM) como titular de su rama política. Dirige desde la imprenta de la Casa Argentina en ese país la revista mensual “El Peronista Auténtico”. En el exilio –como representante de los Montoneros en América Latina- fue interlocutor privilegiado de un general de ese ejército grande americano en formación que soñaran San Martín y Bolívar: el panameño Omar Torrijos. “El Gordo Julio”, volvió con su mujer y cuatro hijos en junio de 1979, para sumarse a la resistencia contra la dictadura militar de Videla y la entrega de los “Chicago Boys”, dirigidos por “Joe” Martínez de Hoz. Fue secuestrado el 27 de noviembre de 1979, salvajemente torturado y luego asesinado. Burdamente, intentaron hacer pasar su muerte como un accidente automovilístico. (Ver registro de Diana Schatz). Contaba con 39 años de edad. Sus restos descansan en el cementerio de El Volcán, provincia de San Luis. Cabe acotar que, en la ciudad de Villa Mercedes, San Luis por ordenanza Nº 1362-o, del 20 de agosto de 2002, hay una calle con su nombre.