Roberto
Baschetti

Tokar, Beatriz Elisa

“Mónica”. Trabajaba en una compañía de seguros, estudiaba Derecho en la Universidad de Buenos Aires y militaba en Montoneros con el rango de Aspirante; con anterioridad había formado parte de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). El 21 de septiembre de 1977 fue secuestrada cuando caminaba por la avenida Maipú, en Olivos, provincia de Buenos Aires, rumbo a una cita. En esas circunstancias, 4 hombres la tomaron por atrás, le propinaron golpes y la metieron de prepo dentro de un automóvil. Llegados a destino, la bajaron, la encapucharon y la llevaron a una pieza donde había una cama metálica y un escritorio. Le sacaron la venda y la capucha. Inmediatamente entró al lugar el Capitán de Fragata Francis Whamond, quien sin más comenzó a golpearla fuertemente y a “interrogarla”. Torturas de por medio le dijeron que estaba en la ESMA. Luego de un tiempo la llevaron al sótano por su pericia para escribir a máquina, la sentaron frente a una Composer para tipear lo que denominaban el “Informe Cero” que buscaba cambiar la imagen de Argentina en el Exterior a la vez de apuntalar el proyecto político de almirante Massera. Usaban a los secuestrados para hacer sus discursos e informes, de hecho el “Informe Cero” se tradujo al inglés y francés. Así fue que Tokar pasó a ser mano de obra esclava. En consonancia con lo narrado anteriormente, en marzo de 1978, fue llevada a trabajar en Cancillería (con otras prisioneras), en la oficina de Prensa y Difusión que funcionaba en el sótano del Palacio San Martín. El canciller era el oficial de Marina Oscar Antonio Montes. Se había armado esa oficina para contrarrestar la campaña de los organismos de Derechos Humanos y exiliados en el exterior que denunciaban a la dictadura. Entre octubre y noviembre de 1978 la dejaron ir a vivir a la casa de sus padres. Se casó en enero de 1980 y tuvo una hija de nombre Cecilia. Cabe recordar que su primera pareja de vida y militancia, Juan Carlos Marsano, había sido secuestrado y desaparecido oportunamente (28-2-77). Vuelta la democracia y al haber estado ella en contacto permanente con militantes montoneras cautivas embarazadas en la ESMA, su testimonio fue fundamental para procesar al Prefecto Héctor Febres por su responsabilidad en crímenes de lesa humanidad. Beatriz Elisa Toker fue una de las co-autoras del libro Ese infierno. Conversaciones de cinco mujeres sobrevivientes de la ESMA. (Sudamericana. 2001). Ella falleció el 10 de diciembre de 2014.