“Betty”. “La Turca”. 22 años. Empleada. Descendiente de armenios. Militó en la Unidad Básica “17 de Octubre”, de Juventud Peronista, situada en Nicaragua y Carranza de Capital Federal, que estuvo abierta entre 1972 y 1975, hasta que fue cerrada por la violencia estatal de la Triple A. Secuestrada- desaparecida el 19 de febrero de 1977 en el barrio de Balvanera, en un departamento de la calle Valentín Gómez 3191, 9º A. El sábado 6 de abril de 2013, sus compañeros y amigos colocaron en donde funcionaba la Unidad Básica antes mencionada una placa en su memoria. Su compañero, Carlos Filgueira, nos da una precisa y acabada memoria de su corta vida. “Cuando hablo de Beatriz Toundaián recuerdo a una mujer que desde muy joven comenzó esa lucha inclaudicable que la llevaría a alzar el brazo armado en búsqueda de uan sociedad más justa, igualitaria y solidaria. Por eso ella levantó las banderas de la justicia social, la soberanía política y la independencia económica. Venía de una familia militante, su padre, El Turco Toundaián había acompañado a los compañeros de la CGT de los Argentinos. Estudió en un colegio religioso e ingresó a la UBA en Derecho. JAEN (Juventud Argentina para la Emancipación Nacional) fue el comienzo de su militancia. La segunda etapa fue en la J.P. (Juventud Peronista), en la U.B. mencionada anteriormente. Allí se cumplieron parte de sus sueños y creció junto a los compañeros que venían de otros sectores. Dentro de ese ámbito, la experiencia barrial y villera junto al MIP (Movimiento de Inquilinos Peronistas), la salita de primeros auxilios, guardería, etc. fue determinante en la toma de conciencia. Pero todo crecimiento trae conflictos y la influencia de la lucha de los vietnamitas caló profundo en muchos de nosotros y la salida de los presos políticos acentuó una lucha interna que llevó a ‘Betty’ a ingresar a la Columna ‘Sabino Navarro’ de Montoneros. Ya en 1974, con la entrada a la clandestinidad de Montoneros y no habiendo podido consolidarse, la Columna “Sabino Navarro” se disuelve, tomando diferentes rumbos sus integrantes. Su profundo amor por el prójimo la llevó a tomar una decisión que no tenía retorno. Encarando el largo camino de la guerra popular, Betty junto a otros compañeros ingresa al PRT y por ende al ERP (…) De ahí en más perdí el contacto, ya que ella estaba en otro ámbito y ya no vivíamos juntos…”.