Nacido en 1927. Transcurrió su infancia en el barrio de Villa Lugano y fue un activista popular de la primera Juventud Peronista conformada a la sombra del gobierno del general Perón, caído por la fuerza de las armas en 1955. Jovencito, dirigió una fracción de la Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios (UNES) arte de la Alianza Libertadora Nacionalista (ALN) desde donde se vinculó con el Movimiento de la Juventud de la Liga por los Derechos del Trabajador. Omar Acha en su libro sobre los orígenes olvidados de la J.P. asevera que Rodolfo Traversi fue “afiliado al Partido Peronista desde 1947, tuvo contactos con el Ministro de Salud Ramón Carrillo y cumplió funciones en el secretariado del sindicato de Unión Personal Civil de la Nación (UPCN)”, de regular estatura, buen físico, sereno y medido en sus expresiones pasaba por un hombre cauto. Otro compañero que lo conoció por entonces Juan M. Vigo señala que era “modesto en el vestir, casi diría que descuidado, daba la impresión del guerrillero que abandona temporariamente sus actividades en pleno combate para asistir a una reunión de estado mayor (…) era valiente, se movía como un coatí y reunía varias otras condiciones positivas”. Si bien se sumó a la Resistencia Peronista con panfletos, volantes y pintadas clandestinas, no hay datos descollantes al respecto que hagan pensar en un protagonismo individual fuerte. Si se sabe que fue parte de un periódico llamado “Lealtad”. Además de ser firmante de un documento con otros jóvenes (18-12-55) que decía “… dispuestos a tomar la bandera, cuyo testimonial entregara a la juventud el Excelentísimo Señor Presidente General Juan Perón; juramentamos luchar hasta la muerte por la vuelta del jefe y líder del movimiento peronista, General Perón (…) Fuimos la avanzada del ‘45 y seguimos con el mismo entusiasmo de aquella hora, para retomar el frente de la primera línea de combate, allí donde los hombres aman la Patria y el Pueblo decide su destino (…) Templados en el crisol de la lucha, las Juventudes de la Patria, serán las avanzadas del Peronismo para borrar de nuestra historia los movimientos reaccionarios y antipopulares, hoy representados por los usurpadores del Gobierno. Juventud Argentina, de pie frente a la traición y la entrega, todo sacrificio y esfuerzo será poco, hasta que no se cumpla la consigna del pueblo: la Vuelta de Perón”. Luego –en los ’60- se dedicó a la dirección técnica del equipo de fútbol Club Atlético Bolívar de Córdoba y en el tercer gobierno peronista, entre 1973 y 1974, fue titular de la Dirección General de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires y de la Subsecretaría de Deportes de la Nación en el gobierno de Isabel Martínez. Falleció el 3 de junio de 1999.