“Negro”. “Lito”. Santiagueño, ya de pibe con tan solo 16 años de edad, formó parte de la guerrilla rural peronista de los Uturuncos que el 24 de diciembre de 1959 tomó por asalto la comisaría de Frías en Santiago del Estero. Detenido cuando el intento guerrillero fracasó, al ser menor de edad, se lo devolvieron a su familia donde su padre era general del Ejército Argentino. A fines de 1962 se sumó a las filas del Movimiento Nueva Argentina (MNA) donde militaron verdaderos “bronces” del peronismo insurgente. En la noche del 28 de septiembre de 1966, cuando durante el día, compañeros suyos desembarcaron en nuestras Islas Malvinas para ejercer un acto de soberanía (ver registro de Dardo Cabo), él y otros tres compañeros –aprovechando la oscuridad- tirotearon la embajada inglesa en Buenos Aires y esparcieron petardos y volantes por la zona. Con el regreso de la democracia, en 1989 fue electo diputado nacional por el Partido Justicialista. Ocupó cargos en la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIE) durante el gobierno nacional de Carlos Menem. Desconozco si al escribir estas líneas está vivo o fallecido.