Tucumano de nacimiento. La pobreza estructural del norte argentino lo arrastro con su familia para la Capital Federal en busca de trabajo. Inició su militancia con la Resistencia Peronista. Instalado en la villa de Retiro fue presidente de la Junta Vecinal del Barrio Comunicaciones por quince años. Durante la dictadura militar del general Lanusse, en 1972, expresó: “Aquí lo más urgente es vivir con dignidad y sin marginación. La lucha más importante que nosotros tenemos es por el derecho al techo. Peleamos mucho por conseguir una situación estable, en todo sentido; nosotros mismos nos pusimos la luz, el agua y el dispensario médico. Y ahora resulta que nos quieren sacar de aquí porque no puede ser que los yanquis vean este basural desde el (hotel) Sheraton”. Cuando los de su clase comenzaron a organizarse políticamente fue elegido Secretario General del Movimiento Villero Peronista (MVP) que para 1973, solo en el Gran Buenos Aires representaba a un millón y medio de villeros. En agosto de ese año, dos meses antes de ser elegido Juan Domingo Perón presidente de los argentinos por tercera vez en la historia, Valenzuela supo decir públicamente: “Mediante la movilización y la organización brindamos nuestro apoyo al gobierno y a la reconstrucción nacional. Estamos alerta frente a los sectores reformistas del peronismo. Somos parte de una América Latina en lucha por la Patria Socialista”. A partir del 1° de mayo de 1974 y luego de la disputa de amplios sectores juveniles con Perón en la Plaza de Mayo, se acercó a los que fundaron “La Lealtad”. Sobrevivió a la persecución de la última dictadura-cívico militar que asoló a nuestra patria. A la edad de 79 años falleció en Neuquén el 6 de noviembre de 2015. Sus restos fueron velados en la Iglesia Evangélica e inhumados en el cementerio Parque Jardín del Recuerdo de aquella provincia sureña. Algo que pocos saben: Valenzuela con Rodolfo Walsh fueron los mentores de llevar a la práctica un “semanario villero” para organizar a los que vivían en esos asentamientos precarios.