Roberto
Baschetti

Vallejo, Gerardo

Nació en Tucumán el 4 de enero de 1942. Murió de cáncer de pulmón a los 65 años, el 6 de febrero de 2007. Ya a los 7 años le leía el “Martín Fierro” a su abuelo, un campesino analfabeto que se emocionaba hasta las lágrimas con su relato. En su juventud partió hacia Santa Fe, donde estudió en la Escuela de Cine Documental a cargo del mítico Fernando Birri. Peronista desde la cuna, Gerardo supo aunar en proyecto de vida sus dos pasiones: la cinematografía y el compromiso político en defensa de la clase obrera. Dijo en una oportunidad: “Me siento peronista como me siento argentino. Para mí es casi un sinónimo. El peronismo no es una camiseta ni un club al que me puede afiliar o desafiliar, es un hecho esencial (…) El pueblo argentino sigue siendo peronista y las banderas del peronismo siguen siendo las reivindicadoras de esta aspiración de Nación que tenemos (…) Me siento tan peronista como siempre y estaré ligado al pueblo peronista en todo lo que pueda hacer desde el cine, que es mi trabajo”. Para fines de los ’60 formó parte del Grupo Cine Liberación al lado de Fernando Solanas y Octavio Getino, siendo asistente de aquella revolucionaria cinta “La Hora de los Hornos”. En 1968 comenzó el rodaje de la que sería –a mi modesto entender- una de sus mejores realizaciones; el semi-documental “El Camino Hacia la Muerte del Viejo Reales”, que denunciaba la terrible explotación que sufre el campesino azucarero. Ganó con él, numerosos premios en diversos escenarios y concursos del cine testimonial latinoamericano. A su cargo estuvo no solo la dirección, sino también el manejo de cámara, el montaje y la fotografía. Cuando pasaron la película en Tucumán, al terminar la función fue sacado en andas por los espectadores, del cine a la calle, improvisándose así una nueva marcha de repudio a la dictadura militar de entonces. Cabe recordar, que los originales de la película logró retirarlos clandestinamente del país en 1971 evitando así su destrucción por parte de la dictadura de Lanusse que prohibió el film: los mismos volvieron recién al país en 1973 por medio de un decreto de Perón en su tercera presidencia. Ese año entre la primavera camporista y las expectativas por el retorno de Perón a la primera magistratura, pudo filmar 24 cortometrajes con apoyo de la FOTIA y la Universidad Nacional de Tucumán, que se pasaron por la TV local. Fueron los famosos “Testimonios de Tucumán”. En 1975 la Triple A puso una bomba en la casa de sus padres en esa provincia norteña, obligándolo al exilio panameño y español. Allí filmó Reflexiones de un Salvaje” (1978) y escribió en forma de libro “Un Camino hacia el Cine”. Con el regreso de la democracia volvió a la Argentina. En su ciudad natal filmó en 1985, una hermosa película con fondo social y político: “El Rigor del Destino”, protagonizada por Carlos Carella. En 2006 estrenó su última obra que era a su vez un viejo sueño: “Martín Fierro, un Ave Solitaria”, sobre la cual expresó: “El indio y el gaucho fueron víctimas del mismo proceso de devastación por un proyecto de nación ajeno. Todo esto fue expresado en forma inigualable por José Hernández”. Y por vos querido amigo, excelso en tu creatividad, solidario en tu militancia diaria, comprometido con tu gente, único en tu bondad. Descansa en paz y en nuestro recuerdo imborrable tanto sobre tu persona como sobre tu obra.