Roberto
Baschetti

Van Lierde, Pablo Alejandro

Al “Gringo” van Lierde militante de Juventud Peronista y montonero, se lo llevaron de un bar, donde estaba con otros dos compañeros organizando los actos conmemorativos del 22 de agosto: renunciamiento de Evita y matanza de Trelew. Los metieron en una citroneta, los trasladaron a un descampado de Quilmes y los acribillaron a balazos. Eran tres: “El Roña” Eduardo Bekerman, Pablo van Lierde y otro compañero más de apellido Baglietto que sobrevivió en ese momento. Fue la Triple A, el 22 de agosto de 1974. Tenía tan sólo 22 años de edad. Con posterioridad, antes de fines de ese mismo año, Montoneros ejecutó al oficial Sub Ayudante de la comisaría 1° de Quilmes, Orlando Feliciano Fernández, por haber participado -como reconoció públicamente y con jactancia- en los fusilamientos de van Lierde y Bekerman. A Pablo Alejandro van Lierde por la rigidez con que llevaba adelante su militancia le decían “El Prusiano”; nunca aflojaba y les marcaba el ritmo sostenido a sus compañeros para que no se apartaran de la huella… pero también mostraba actitudes que lo hacían tan querible como irreemplazable. El 20 de junio de 1973 en Ezeiza, era el jefe de uno de los grupos de autodefensa y corría de un lado para el otro tratando de proteger a su gente, pese a que le habían metido un par de perdigonazos de Itaka desde lejos. En un momento quedó encerrado con otro compañero, rodeado de tipos del Comando de Organización (C de O) y la Concentración Nacional Universitaria (CNU) que les tiraban. Entonces sacaron sus armas y empezaron a abrirse paso. Al rato, el compañero que estaba junto al “Gringo” se dio cuenta que se había quedado sin balas y le pasó la mala nueva a su jefe. Casi sin inmutarse, van Lierde, al que le quedaban solo dos balas, sacó una y se la dio al compañero diciéndole: “Tomá, al menos si no salimos, bajaremos uno cada uno, de estos hijos de puta”.