Formó parte de la Agrupación “17 de Octubre” del sindicato de Aceiteros. Fue integrante de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP) y del Bloque Gremial del Peronismo Auténtico. Montonero. Delegado gremial de la empresa alimenticia “Molinos Río de la Plata” del grupo monopólico Bunge & Born en Avellaneda. Integrante de la Confederación General del Trabajo en la Resistencia (CGT-R). Secuestrado-desaparecido el 2 de diciembre de 1976 a la edad de 32 años, en Florencio Varela, provincia de Buenos Aires. Visto con vida, antes de su asesinato, en el CCD “Garage Azopardo”. Vázquez dio su vida en defensa de los derechos de los trabajadores. Memorias de Guido Florente Almaraz que trabajó con él: “Pero el delegado general de toda la planta era Marcos Augusto Vázquez, un paraguayo que por la pinta parecía boliviano. Tenía una voz tan clara ¡y unos argumentos también tan claros! Había un cuerpo de delegados de 16 integrantes representando a cada sección y ellos elegían al delegado general de la planta que en mi época fue Vázquez. Mire si éramos democráticos que luego de la elección del delegado general, se iba sección por sección para ratificar esa decisión”. En junio de 1974, durante el último discurso de Perón en la Plaza de Mayo, Marcos Augusto Vázquez hizo algunas declaraciones a la revista “La Causa Peronista”: “Como delegado general me puse en contacto inmediatamente con el sindicato (Aceiteros) y luego de comunicar a la empresa que se paralizaban las tareas, hicimos, como es nuestra costumbre para adoptar cualquier decisión, una asamblea general (…). Perón llamó al pueblo a asumir su responsabilidad (…). Por ejemplo, nosotros los aceiteros: sabemos que aumenta 10 pesos el litro de aceite, bueno, tenemos que ir al sindicato, a la Federación y a la CGT para que hagan explicar por qué aumentó esos 10 pesos la firma. Porqué, ¿qué pasa?: Si aumenta 10 pesos el litro, ya nos están dando obligación a nosotros para que pidamos aumento de sueldo. Por eso, nosotros hemos sacado una solicitada anteriormente, porque acá hemos sufrido dos aumentos de aceite y al obrero nada. No hemos tenido aumento. Es decir, que todos los platos rotos los tenemos que ligar siempre nosotros. Eso considero que no puede ser. ¿Entonces cómo nos hacemos respetar? Asumiendo lo que dijo el general Perón: controlando los precios, el abastecimiento, la producción; o sea exigir brigadas de controles, que se organicen de una vez por todas; es lo principal y hay que acelerarlo”.