Resistente peronista. Baleado y muerto por la represión en La Plata, provincia de Buenos Aires con motivo del fallido levantamiento del General Juan José Valle, el 9 de junio de 1956. Tenía para entonces 28 años y era obrero del Frigorífico Swift. “Línea Dura” un diario de la Resistencia Peronista, lo describió así: “Fue otro más de los ‘cabecitas negras’ que habían hallado su dignificación en la Nueva Argentina de Perón. Tenía esposa, tres hijos y un corazón de argentino auténtico, sangre de criollos humildes y laboriosos que desde los albores de nuestra nacionalidad habían puesto el hombro a las cosas grandes de la Patria”. En el informado libro “Los fuegos de junio” escrito por Rubén Flores García, puede leerse al respecto: “Los infantes de marina habían puesto controles de seguridad en toda la zona liberada. Un jeep conducido por Ramón Videla, llevaba a dos compañeros y venía rápidamente por 55 desde 1; buscaban una vía de escape al irremediable desenlace del intento revolucionario. Videla no vio a los infantes hasta que los tuvo encima: estaban emboscados con un nido de ametralladora en el umbral de una casa, casi en la esquina de 5 y 55. La estentórea voz de alto llegó casi al mismo tiempo que la decisión refleja de seguir a todo lo que daba el acelerador; no había vuelta a atrás, sobre todo teniendo en cuenta las armas que llevaban encima. Ser detenido portando armas era el pasaje sin escalas al paredón de fusilamiento de acuerdo a la ley marcial, puesta en vigencia apenas pasada aquella medianoche. La descarga cerrada no pudo ser evitada de manera alguna. El disparo que acabó con la vida del joven Videla, entró por la órbita izquierda directa a su cerebro, haciéndolo estallar. Murió en el acto y sus dos acompañantes tuvieron el instinto desesperado y la suerte de poder huir del lugar”.