“El Gordo”. 45 años. Nacido en San Fernando, provincia de Buenos Aires, el 18 de noviembre de 1930. Obrero naval en Astilleros ASTARSA. Secuestrado el 25 de mayo de 1976 de su domicilio de Estrada 5386. Virreyes, San Fernando, provincia de Buenos Aires. Producto de ejecución sumaria, su cuerpo sin vida apareció el 14 de julio de ese mismo año, en la confluencia de aguas del Río Paraná de las Palmas y arroyo Hambrientos, 300 metros aguas debajo de la confluencia de ambos. Se calcula que lo mataron el 4 de ese mismo mes, es decir, diez días antes de la aparición del cuerpo. Un obituario de “Página 12” aparecido en 2014, expresa: “Papá: ¿Qué decir de vos que todos los que te queremos no sepamos? Hombre generoso, luchador, solidario, sincero, compañero… Así te recordamos a 38 años de tu desaparición, pero este año con aires de justicia, llega el juicio por los obreros navales, allí estaremos junto a la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Zona Norte”. “Rufi” Gastón la compañera de Aldo Omar Ramírez (ver registro de éste último) explica el espíritu de época entre los trabajadores y la decisión de apoyar al peronismo revolucionario para que las cosas cambiaran: “Las primeras fichas para armar el Partido (Peronista) Auténtico salieron de Tigre, de ahí, de Rincón. Cada trabajador que vos le pedías que se afiliara, no sólo se afiliaba él, sino que te ponía también a la mujer, al suegro (…) Yo siempre rescato todo lo que fue Zona Norte, desde Tigre hasta Vicente López, Boulogne, Villa Adelina, con mucho compromiso social, la juventud, todo (…) Algo nuevo se estaba gestando, por eso tenían que cortarlo como fuera. Si, se estaba gestando algo. Yo siempre recuerdo lo que decía Graciela de su papá, Juan Mauricio Villalba, que era un radical ferviente y terminó con todos nosotros cantando la Marchita (…) Esos compañeros no eran solidarios porque se decían ‘yo quiero militar y a partir de ahora soy bueno’, sino porque realmente se comprometieron y a ese compromiso le ponían todo, donde el otro era realmente parte de uno. Era un compromiso con el proyecto que te llevaba naturalmente a ocuparse del otro”. Y el pueblo nunca olvida sus mártires. En marzo de 2022 Racing Club lo reconoció y reivindico como socio honorario de la institución académica. Y el club de su barrio, “8 de Octubre”, le puso su nombre y apellido al estadio donde se practican deportes.