Roberto
Baschetti

Walsh, María Victoria

“Vicki” para su familia. Nacida el 28 de septiembre de 1950. Se cría en La Plata. Abanderada en el colegio. Como estaba aburrida, cierta vez intensifica su estudio y pasa de sexto grado a segundo año, dando libre primero. Hija mayor del escritor y militante montonero Rodolfo Walsh. Como periodista militó en las agrupaciones gremiales del peronismo revolucionario. Delegada gremial en el diario “La Opinión” donde acumulaba un sólido desprecio por el patrón y director del diario, Jacobo Timerman, a punto tal que un día le destrozó la puerta de su despacho de una patada, cuando éste a propósito no la atendía y le hizo hacer una larga amansadora. Luego ahondó su compromiso y fue oficial segundo en la organización político-militar Montoneros: estaba a cargo del departamento de prensa en el frente sindical con el nombre de “Hilda” (como la hija del Che). Pero sus amigos, cariñosamente le decían “La Cabezona”. Caída en el llamado combate de “Villa Luro” (Calle Corro N° 105. Capital) el 29 de septiembre de 1976 junto con sus compañeros Alberto José Molinas Benuzzi, José Carlos Coronel, Ignacio José Bertrán e Ismael Salame. Todos se negaron a entregarse con vida a los 150 esbirros armados hasta los dientes que los rodearon y pelearon hasta la muerte. En un momento, Vicki, se subió a la terraza de la casa, trepó a un parapeto, dejó la metralleta a un lado y se asomó. Cuenta un soldado del Ejército atacante que “Dejamos de tirar sin que nadie lo ordenara y pudimos verla bien. Era flaquita, tenía el pelo corto y estaba en camisón. Empezó a hablarnos en voz alta pero muy tranquila. No recuerdo todo lo que dijo. Pero recuerdo la última frase, esa que en realidad no me deja dormir: ‘ustedes no nos matan –dijo- nosotros elegimos morir’. Entonces ella y el hombre se llevaron una pistola a la sien y se mataron enfrente de todos nosotros”. Esta determinación llevará a que su padre diga: “Pero no puedo dejar de recordarla, de pensar en su último gesto. Matarse. Hacerlo frente a un ejército. Ganarle de mano para no entregarse viva. Es su gloria”. (Más adelante desgrana otra reflexión al respecto). MaricelMainer –joven sobreviviente- asegura que además ella dijo: “¡Viva la Patria!” antes de morir. Los restos de Vicki -se afirma en el libro de María Moreno, “Oración. Carta a Vicki y otras elegías políticas”- están en una parcela del Cementerio Alemán de la Ciudad de Buenos Aires, junto a los de Ernst Kreeb y WilhemKreeb. Su padre Rodolfo, en una carta abierta que escribió a sus amigos el 28 de diciembre de 1976 reflexionó: “Me he preguntado si mi hija, si todos los que mueren como ella, tenían otro camino. La respuesta brota desde lo más profundo de mi corazón y quiero que mis amigos la conozcan. Vicki pudo elegir otros caminos que eran distintos sin ser deshonrosos, pero el que eligió era el más justo, el más generoso, el más razonado. Su lúcida muerte es una síntesis de su corta, hermosa vida. No vivió para ella, vivió para otros y esos otros son millones. Su muerte sí, su muerte fue gloriosamente suya y en ese orgullo me afirmo y soy quien renace de ella”. Sobre este tema particular, María Moreno en su libro antes citado, hace saber que “el antropólogo forense Carlos Somigliana dice haber visto en la sepultura de Vicki Walsh, durante su exhumación en 1988, una enorme cruz con la inscripción ‘Sic Transit Gloria Mundi’. Habría sido encargo de su padre prófugo: el ‘su muerte fue gloriosamente suya’ se debilita o casi se confiesa con esta sentencia latina sobre lo transitorio de toda gloria”. Más acá en el tiempo, la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe declaró de su interés el 29 de septiembre de 2011, las actividades que se realizarían durante el mes de noviembre del mismo año, al cumplirse el XV° aniversario de la fundación del Jardín de Infantes “Victoria Walsh” dependiente del Instituto de Desarrollo Comunitario. En mayo de 2023 se dio a conocer la aparición de una novela titulada “Victoria Siempre” inspirada en la vida de María Victoria Walsh y escrita por Sebastián Giménez.