Roberto
Baschetti

Winkelmann, Oscar Federico

“Flaco Wincho”. “Agustín”. “Wilfredo”. Nacido el 10 de diciembre de 1950 en San Lorenzo, provincia de Santa Fe. Hizo la primaria en Santo Domingo, provincia de Santa Fe y la secundaria en el Normal de la ciudad de Esperanza. Estudiante universitario en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales santafesina dependiente de la Universidad Nacional del Litoral. Trabajó en el comedor universitario. Militante de la Juventud Peronista. Activo participante del “Luche y Vuelve”. Oficial Montonero. De a poco cambió su militancia universitaria para volcarse a la tarea y organización barrial; en tal sentido, se integró a la Unidad Básica Nº 5 del Barrio La Lona –calles Quintana y General Paz- , siendo responsable de todo el territorio que llegaba hasta la parte norte del Barrio Candioti. Secuestrado el 6 de agosto de 1977 en las inmediaciones de Plaza Constitución en el barrio porteño del mismo nombre. Fue visto con vida en el Servicio de Informaciones de Rosario antes de su asesinato. Dejó una hija de nombre mágico: Victoria Eva. Ver registro de su compañera de vida y militancia, María Teresa Manzo. Su abuelo, Friedrich Winkelmann tenía nacionalidad alemana. Cuenta una compañera de infortunio que en un “chupadero” donde estaba secuestrada la torturaron; pero que allí se encontró con un compañero que le dió sus datos, nombre y apellido (Oscar Winkelmann). Dice que cuando se conocieron ya estaba muy golpeado y destrozado físicamente por la tortura. Pero su estado anímico permanecía intacto. Le habló durante horas, contándole de su militancia, de sus convicciones, diciéndole que ella debía ser fuerte, porque algún día la victoria llegaría. Que no aflojara. Le detalló las torturas a las que había sido sometido, insistiéndole, en que los milicos no podrían vencer. Los militares le habían dicho que, como regalo del Día del Montonero, lo matarían. Así que él sabía cual era su destino. Y aún así, la animó durante horas, hasta que al amanecer del día siguiente, lo sacan y lo fusilan. Él estaba sereno. Fue asesinado el 7 de septiembre de 1977. Sus restos mortales fueron enterrados clandestinamente por las fuerzas represivas en un establecimiento rural, el campo militar “San Pedro” ubicado a unos 12 kilómetros de Laguna Paiva; fueron descubiertos en una fosa común en el año 2010.